Elegir el tipo de hierro adecuado es una de las decisiones más importantes al construir techos o estructuras livianas. El material debe ofrecer resistencia, durabilidad y facilidad de instalación, sin agregar peso excesivo a la estructura general. En Uruguay, los proyectos de herrería liviana suelen combinar hierro estructural con perfiles tubulares, ya que aportan rigidez y estabilidad sin comprometer el diseño ni aumentar demasiado los costos.

Hierro estructural y su uso en techos

El hierro estructural es la base de cualquier cubierta metálica o estructura de soporte. Su principal ventaja radica en su capacidad para resistir peso y deformaciones. Sin embargo, no todos los tipos de hierro son iguales: algunos son ideales para bases y columnas, mientras que otros se adaptan mejor a cubiertas o marcos livianos.

Los perfiles más comunes para techos metálicos y estructuras de poco peso son:

  • Perfiles C y U galvanizados: se utilizan como vigas principales o correas. Son livianos, resistentes y fáciles de manipular.
  • Tubos estructurales cuadrados o rectangulares: se usan en marcos, refuerzos y estructuras de soporte. Permiten una distribución uniforme de la carga.
  • Ángulos de hierro (perfil L): se aplican en refuerzos, uniones y estructuras secundarias donde no se requiere gran carga.

Estos perfiles combinan resistencia con un peso moderado, lo que los hace ideales para techos de galpones, cocheras, pérgolas y cerramientos metálicos.

Importancia del hierro galvanizado

En proyectos expuestos al aire libre, la humedad y la lluvia son factores que aceleran la corrosión. Por eso, el hierro galvanizado se considera una de las mejores opciones para techos y estructuras livianas. Su recubrimiento de zinc actúa como barrera protectora frente a la oxidación, prolongando la vida útil de la estructura y reduciendo los costos de mantenimiento.

  • Evita la aparición de óxido y manchas en las superficies.
  • Requiere menos mantenimiento que el hierro común.
  • Es ideal para zonas costeras o con alta humedad.

Además, el galvanizado puede aplicarse tanto en perfiles nuevos como en estructuras ya existentes mediante baños en caliente o recubrimientos especiales.

Espesor y resistencia según el tipo de estructura

Para definir el espesor adecuado del hierro, se debe considerar el tipo de carga que soportará la estructura. No es lo mismo un techo liviano de chapa que una estructura metálica con cerramientos o paneles pesados. Un cálculo estructural básico permite evitar deformaciones o vibraciones.

De manera general:

  • Para estructuras pequeñas (pérgolas o techos livianos): tubos de 1,2 a 2 mm de espesor son suficientes.
  • Para techos de galpones o cocheras amplias: se recomienda usar perfiles de 2 a 3 mm de espesor.
  • En estructuras de mayor carga o con vientos fuertes: conviene reforzar con perfiles dobles o hierro de mayor sección.

Tratamientos y mantenimiento del hierro

Además del tipo de perfil y espesor, el tratamiento superficial juega un papel clave. Pinturas anticorrosivas y esmaltes sintéticos complementan la protección del galvanizado y mejoran el aspecto final del proyecto. En zonas de alta exposición al sol, se recomiendan pinturas con filtro UV para evitar el desgaste prematuro.

Un mantenimiento básico cada uno o dos años es suficiente para conservar la estructura en óptimas condiciones. Esto incluye revisar uniones, aplicar nueva pintura en puntos expuestos y limpiar el polvo o residuos acumulados en la superficie.

Conclusión

El mejor hierro para techos y estructuras livianas es aquel que combina resistencia, bajo peso y protección contra la corrosión. Los perfiles galvanizados tipo C, U y tubos estructurales son los más recomendados, especialmente si se aplican con pintura anticorrosiva y mantenimiento regular. Con una correcta elección del material y una buena instalación, es posible lograr techos duraderos, estables y estéticamente prolijos sin elevar en exceso los costos.